"...todo lo que la poesía aún no ha escrito" (Elvira Sastre)


L’estiu ens regala temps per llegir. Solen ser llibres que tenim pendents i esperem les vacances per submergir-nos en ells amb tranquilitat. Però de vegades es produeix una trobada inesperada… i un capvespre qualsevol ens juga -des de la platja de l’atzar- una bona passada.  Ja ho deia Cortázar : No aceptar otro orden que el de las afinidades, otra cronología que la del corazón, otro horario que el de los encuentros a deshora, los verdaderos”. Sí, aquest agost he tingut una trobada -casual i a deshora- amb els dos poemaris d’Elvira Sastre, i els he llegit d’amagat, a la cara clandestina de l’estiu.    

Elvira Sastre és una poeta de 22 anys nascuda a Segovia i que viu a Madrid. El primer llibre, “Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo” va ser publicat a finals de l’any passat. Aquest estiu n’ha publicat el segon, “Baluarte”. Són un conjunt de poemes que despleguen vida, coratge, tendresa i força damunt la pell nua de cada vers. Benjamín Prado ho diu sense concessions: “sus poemas son desafiantes, llenos de bombillas rotas que, sin embargo, aún siguen encedidas en la oscuridad. Son como las cartas de los magos: hace un segundo estaban encima de la mesa y de pronto aparecen en el bolsillo de tu camisa, justo sobre el corazón”. I diu d’Elvira Sastre: “no es difícil imaginársela con una rosa en la mano y un cuchillo entre los dientes, ni tampoco al contrario (…) con sus poemas ha empezado otra cosa, si no se paran y la escuchan, se quedaran atrás”. Exacte, impossible dir-ho millor. La poesia d’Elvira Sastre connecta d’alguna manera amb els poetes de l’experiència, però és una altra cosa. És com la dimensió poètica, emocional, del canvi d’època que vivim.

Escriu David Eloy que “un poema lo es/ si se parece a la vida”. I la vida aquest estiu ha estat també rematadament prosaica. Ha pres la forma, per exemple, d’un barri popular, la Barceloneta, on la seva gent s’ha rebel.lat en defensa del més bàsic: el dret al propi barri enfront el desmantellament especulatiu de la convivència. I ens espera una tardor intensa, intensament prosaica. A Barcelona seguirem treballant en la construcció de l’alternativa, des de la confluència de totes les seves mirades. A Catalunya haurem de treballar per fer possible l’exercici del dret a decidir. Haurem de lluitar, arreu, per més democràcia i per més dignitat. No seran mals temps per la lírica… si s’assembla a la vida.

Us deixo dos poemes d’Elvira Sastre, ‘La distancia’ i ‘Quiero hacer contigo todo lo que la poesía aún no ha escrito’.Aquí va també un enllaç on ella mateixa diu aquest segon poema.


La distancia

Estoy enamorada de la distancia.

La que hay, por ejemplo,
de tu hueco a mi peso,
del mar de tu ojo
al edificio en ruinas del mío.

La distancia
que me hace reconocerte en la rutina
y sacude brava mi recuerdo
-esa mirada oculta en el aire-
cuando te escondes.

La distancia
sencilla
que hay de tu habitación al salón
o la distancia
compleja
que se asienta paralela a nuestros caminos.

La distancia
que inunda mi espacio a tu lado
y llena mis manos de una paciencia nerviosa
que atajo
con la luz apagada.

La distancia
que arropa mi alma
cuando te amo lento y despacio y caes rendida
como un pájaro que por fin
llega a su destino y baja las alas
y cierra los ojos.
Esa distancia
que me permite alejarme
y llenarme los ojos
cuando eres tú y no otra tú
quien duerme a mi lado
cierta y edificada como la palma de una mano,
desnuda y enamorada como una hoja en blanco.

Estoy enamorada de la distancia,
cuando vuelves,
y agradezco al tiempo
haberla puesto entre nosotras
para vernos rebatirla con ansia,
eliminarla con un roce,
volverla pasado sin lugar en la memoria,
como si la distancia fuera un bulevar sin oxígeno
roto
sin balcones donde disculparse
a voces
ni bancos
en los que abrazarse hasta que el pecho
se calme
ni semáforos
en los que esperar posada
en tus labios.

La distancia que nos aleja
y acerca
como un yo-(tú-)yo.

Esa distancia
en la que cabe
un infinito entero de música
inventada
y palabras incompletas
que solo cobran sentido
cuando desaparece.


Quiero hacer contigo todo lo que la poesía aún no ha escrito
Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.
Te veo venir por el pasillo
como quien camina dos centímetros por encima del aire
pensando que nadie le ve.
Entras en mi casa
-en mi vida-
con las cartas y el ombligo boca arriba,
con los brazos abiertos
como si esta noche
me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho,
con las manos tan llenas de tanto
que me haces sentir que es el mundo el que me toca
y no la chica más guapa del barrio.
Te sientas
y lo primero que haces es avisarme:
No llevo ropa interior
pero a mi piel le viste una armadura.
Te miro
y te contesto:
Me gustan tanto los hoy
como miedo me dan los mañana.
Y yo sonrío
y te beso la espalda
y te empaño los párpados
y tu escudo termina donde terminan las protecciones:
arrugado en el cubo de la basura.
Y tú sonríes
y descubres el hormigueo de mi espalda
y me dices que una vida sin valentía
es un infinito camino de vuelta,
y mi miedo se quita las bragas
y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo.
Beso
uno a uno
todos los segundos que te quedas en mi cama
para tener al reloj de nuestra parte;
hacemos de las despedidas
media vuelta al mundo
para que aunque tardemos
queramos volver;
entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres la única;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierta a mi lado.
Tienes el pelo más bonito del mundo
para colgarme de él hasta el invierno que viene;
gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca
y una boca que me mira mejor que tus ojos;
guardas un despertar que alumbra las paredes
antes que la propia luz del sol;
posees una risa capaz de rescatar al país
y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos.
Y de repente pasa,
sin esperarlo ha pasado.
No te has ido y ya te echo de menos,
te acabo de besar
y mi saliva se multiplica queriendo más,
cruzas la puerta
y ya me relamo los dedos para guardarte,
paseo por Madrid
y te quiero conmigo en cada esquina.
Si la palabra es acción
entonces ven a contarme el amor,
que quiero hacer contigo
todo lo que la poesía aún no ha escrito
.